Mensaje de María
Queridos y bellos hombres y
mujeres: Estoy aquí con alegría!
Durante una de mis vidas en la
Tierra, mi nombre fue María.
Ahora estoy aquí con ustedes en espíritu, de corazón a corazón. Véanme como a una igual, una amiga, una
hermana. Estoy aquí, entre ustedes con un sentimiento
de felicidad y entusiasmo en mi corazón,
porque los veo brillar.
Ustedes están abiertos al amor y a la abundancia que existen aquí, en parte como resultado de vuestra
propia creación. Cuando varias personas se
encuentran y comparten sus sentimientos más
profundos, sus dolores y anhelos, crean una sensación de ser bien acogidas y estar unidas, aunada a una
simplicidad y sinceridad que hacen salir lo mejor de cada uno. Vamos a celebrarlo
juntos!
Les pido a todos que regresen al
Hogar, a su corazón, a su propia esencia y
perciban cuán relajados y felices se
sienten en lo más profundo de su ser. Las
cosas son mucho más sencillas de lo que creen.
El desarrollo espiritual es visto, habitualmente, como algo complicado, difícil, donde se crece lentamente, paso
a paso, como quien se está
esforzando para conseguir un diploma universitario, para el cual es necesario dar
lo mejor de sí mismo, trabajar duro y
adquirir conocimientos y capacidades.
Pero la verdad es muy simple: en
sus corazones ustedes ya saben todo, ustedes ya están allá. El
lugar hacia donde desean ir ya está vivo y
vibrante dentro de ustedes. Sientan la luz viva en vuestros cuerpos. Ella está ahí sin
ningún juicio sobre el bien y el
mal, sobre quien ustedes pueden ser o no. Está ahí, silenciosamente presente, esperando
en todas las células de vuestro cuerpo, a
que ustedes la vean y se conecten con ella.
Trabajar con un animal interior, un
animal simbólico que combine con ustedes,
funciona muy bien para ayudarlos a recuperar su esencia, porque este es libre,
instintivo e intuitivo. Es en esto que está la
verdad, en vuestro corazón – no en la cabeza y en los diversos
conceptos que las tradiciones de vuestra cultura les brindan.
Sientan la luz viva que baila
dentro de ustedes y a vuestro alrededor: liberen sus preocupaciones y aprovechen
este momento. Existe algo mucho más
valioso que los sostiene; no necesitan conocer y entender todo con vuestro yo
humano. Sientan el gran flujo de luz viva que recorre toda la naturaleza y
también a ustedes, porque ustedes
son parte de la naturaleza.
Estamos hablando hoy sobre el poder
masculino y femenino. La intención de
estas dos energías, es realizar juntas la
danza de la felicidad, de la alegría, del
placer e incluso del éxtasis.
Pero lo que sucedió a lo largo de la Historia
fue que ellas se volvieron alienadas de forma que los hombres y las mujeres
tienen dificultades para construir un puente entre sí mismos. Algunas veces, incluso, cada uno vive en su propia
isla y esto los hiere a ambos.
La vida fue hecha para ser
celebrada en entrega y espontaneidad. Imaginen por un momento que los llevo
hacia el inicio de la creación. En
realidad, nunca hubo un comienzo, pero para facilitar la comprensión, hablaré de un principio.
Imaginen que la esencia de Dios, de
la Creación, es un fuego pleno de
potencial, pero que aún no
existe ninguna distinción,
ninguna diferencia, solo el Uno. Sientan el poder, intensamente concentrado, de
ese centro ígneo.
Sientan un silencio amplio y
profundo que todo lo abarca, pero que al mismo tiempo tiene una urgencia, una
necesidad fuerte y apremiante de abrirse, de desabrochar, como una flor en
Primavera. En el corazón de
Dios hay un deseo de crear; un anhelo por experimentar la variedad, la
diversidad, la riqueza de posibilidades de la creación.
Así, de
esa fuerza nuclear, de ese fuego de la creación viva,
surge una diferencia que da origen a los flujos de energía masculina y femenina, ambas nacidas del Uno; las dos
Faces de Dios. Imaginen, simbólicamente,
como el primer hombre y la primera mujer despiertan de esa Fuente de Unidad.
Cada uno toma forma con un cuerpo distinto. Aún sin
familiaridad con la forma, el Uno se mueve tanto en el hombre como en la mujer.
Imaginen la sorpresa y admiración cuando uno ve al otro, cuando la
mujer y el hombre se miran por primera vez. Por una parte, hay el
reconocimiento de la semejanza ya que ambos se originaron de los mismos anhelos
de la Fuente: la vida que deseaba abrirse, celebrar, experimentar…pero también existe una diferencia. Son distintos uno del otro. Y
también existe la atracción entre los dos polos. Hay una
admiración y un deseo de conocerse el
uno al otro.
Cuando todo es uno, cuando todo está en un estado de unidad, hay pocas posibilidades
de exploración, de descubrimiento,
investigación y aprendizaje. Todo eso
surge apenas con la dualidad.
La intención original de la dualidad era la alegría, la abundancia, el descubrimiento
uno del otro y la diversión. La intención y profundidad de una relación entre hombres y mujeres es
experimentar, el uno en el otro, una especie de secreto y misterio y estar siempre
buscando esa experiencia, pero de una forma feliz y alegre. Recuerden esa
sensación una vez más.
Como almas, ustedes vienen
directamente del Uno, son enviados directos, una chispita de Dios, del fuego
original y están plenos de sabiduría profunda y del recuerdo antiguo del
Hogar que piensan que perdieron, pero que aún
conservan.
A partir de esa fuente profunda del
Uno que son, ustedes eligieron un cuerpo masculino o femenino y optaron por la
experiencia de ser un hombre o una mujer en esta vida. Por lo tanto, usted no
es el masculino ni el femenino, solo escogió las
experiencias de estar vestido con un cuerpo masculino o femenino.
Ahora mire su cuerpo, su sexo,
masculino o femenino. Obsérvelo con
admiración neutral, como algo que
usted es, pero que también no
es. Usted es más que eso, usted es ilimitado
en su ser. Cuando mira su propia feminidad o masculinidad de esa forma, usted
se aleja de ello y por unos momentos vuelve a su hogar básico, a la energía de su
alma, que eligió ser mujer u hombre.
Le pido – alma vieja que ya viajó tanto
por el Universo – que visualice su propia
energía femenina como si fuera una
niña y la tome de la mano. Entonces mire
su energía masculina y véala como a un niño, un hijo que le pertenece y también le tiende su mano. Usted ama a esos
dos niños (niña/niño) y los
lleva de la mano a los dos.
Tómese un
tiempo para permitir que esta imagen penetre en su interior. Honre estos dos
aspectos de sí mismo. Sienta su propia
eternidad como alma y al mismo tiempo, respete estas formas de hombre o mujer,
de niño o niña. Perciba con cuál de
los dos tiene más facilidad de comunicación, con cuál de ellos se conecta más fácilmente. Observe quien está bien.
Los niños/niñas, están felices y satisfechos o uno de
ellos está sintiéndose solo y olvidado?
Observe el tipo de ropa que están usando.
Ellas les dejan moverse libre y
espontáneamente?
Observe a los dos, comenzando por
la niña. Mire sus ojos,
directamente. Si le parece difícil ver
a una niña en usted, imagínese una; visualice a una niña linda o poderosa, o juguetona,
parada delante de usted. Elija aquella que le sea más fácil imaginar,
pero manténgalo divertido y liviano. Qué niña le
gustaría tener?
Pregúntele: “Que puedo darte para que te vuelvas
plena y completa?”
Y vea que ella le responderá a través de
una palabra o un gesto.
Después haga
lo mismo con el niño que sigue ahí con usted. Si la imagen no le llega
inmediatamente, imagine un niño. Mírelo con la mirada de una madre
sabia. Recíbalo, acójalo, pues él es bello de la forma en que es, como quiera que sea.
Entonces pregunte a ese niño que representa su energía masculina: “Te sientes cómodo
conmigo? Te sientes bienvenido, bien acogido? Que te puedo ofrecer, que
necesitas para ser pleno y completo?”
Tome a los dos de la mano,
firmemente. Sienta que usted es el maestro, un maestro poderoso pero amable,
que puede acoger a los dos elementos en su interior. Trátelos con reverencia y respeto y finalmente vea como ellos
se relacionan. Pídales que se tomen de la
mano. Observe si se pueden ver el uno al otro, si les gusta estar juntos o si
existe una cierta distancia o desconfianza entre ellos.
Les pido que hagan todo esto con
alegría, naturalmente y sin presión. Este no es un ejercicio mental; la
intención es ayudarlo a conectarse
con partes de sí mismo, que le pertenecen,
que lo conducen a su propia esencia.
En el pasado, en vuestra sociedad
la energía masculina se volvió muy rígida, malintencionada
y unilateral: una energía determinante,
estructuradora y hostil en relación a la
fluida energía femenina. Hubo una falsa
distancia entre ambas. La energía masculina
se volvió alienada de su centro
original, disociada del alma, del Uno. Fue como si esa energía masculina hubiese menguado, como si
ya no fuese alimentada por una Fuente viva de Luz.
Todos ustedes, hombres y mujeres,
tuvieron que lidiar con esa herencia. Hoy, que estamos hablando de la
transformación de la energía masculina, me gustaría pedirles a todos que observasen lo
que hizo ese pasado con su niño/niña en ustedes, en su interior.
Habitualmente, toda la atención está
volcada hacia la energía
femenina y en como ella fue la víctima,
como sufrió en las manos de una energía masculina dominadora. Pero ahora
observen lo que sucedió a su
niño interior, a la energía masculina original, en su forma
pura, inocente…
Lo que sucedió en muchas personas – hombres y mujeres – fue que ellas rechazaron
interiormente, la energía
masculina en sí mismas, porque estaba
asociada al abuso ilegítimo
del poder, a la manipulación y a
la violencia.
Lo que ocurre internamente, en
especial lo que ocurre en el camino espiritual, cuando sus sentimientos se
abren y se interiorizan, es que su energía femenina
aumenta y usted se vuelve más
sensible para percibir otras energías,
incluso para captar las emociones y estados de ánimo de
las otras personas. Y esta sensibilidad no tiene límites.
Esto hace que ustedes se
desequilibren, porque se conectan muy fácilmente
con la energía de los demás. Sus corazones se abren, su energía femenina se desarrolla, pero la
masculina aún es muy vaga y empurrada
hacia un rincón olvidado. Le impiden
manifestarse debido a las implicaciones negativas a las cuales está asociada.
Incluso con los hombres sensibles,
que tienen miedo de mostrar su fuerza, su visión, su
fuego, esto sucede, porque temen que los vean como agresivos y cayendo en la
vieja energía masculina. Obsérvenlo en sí mismos, durante unos momentos; entiendan cómo es esto en vuestro interior. El niño le puede mostrar, a usted, su
fuerza, su espíritu aventurero, su visión?
La energía masculina original tiene algo de muy creativo. Puede
originar cambios, quiere crear y construir cosas, desea hacer una diferencia. Esta
energía en su interior es la que le
permite atreverse a destacar en el grupo, o liberarse de una relación. Ella de da el coraje de decir: “YO” y
hacer todo lo que puede hacer a través de su
conexión con su alma, con su corazón.
Y es esto que muchos necesitan
aprender a experimentar de nuevo: el conocimiento de que es posible ser grande
y poderoso y al mismo tiempo estar conectado con el alma.
Pídanle a
su energía masculina que vuelva a
ustedes a través del animal que visualizaron
hoy, o a través de su niño interior, el que vino a vivir con
ustedes. Pida claro y firmemente para recibir esta energía en su interior. Esta energía
masculina que es equilibrada y pura, es parte de su esencia; le da el poder de
firmarse como la persona sin igual que es usted.
Nadie es igual a usted. Haga la
diferencia. Fue para eso que usted vino a la Tierra. Sienta su poder masculino
desde adentro y perciba como ese poder es amigo de su fuerza femenina. Su poder
masculino respeta el femenino; desea estar con él,
servirlo, colaborar con él.
Acepte su fuerza masculina. Siéntala fluir por su columna vertebral.
Yérgase y sienta esa fuerza fluyendo de
arriba hacia abajo. Sienta el poder de la energía
masculina en sus brazos y piernas, en sus manos y pies. Sienta, también, como ese poder le da espacio al
crear límites alrededor de su
sensibilidad.
Una nueva era está llegando a la Tierra.
El inicio de esa era ya está ocurriendo y es perceptible.
Este tiempo nuevo los necesita.
Necesita de personas con un corazón
palpitante, conectadas al Uno y desde ahí,
capaces de usar los elementos masculino y femenino, que traen en su interior – el poder de la conexión, de la comprensión, de la ternura, aunados al poder de
defenderse solo, de ocupar un espacio, de discernir, de osar decir “no” cuando
es preciso. Es muy necesario que haya una conexión entre
ese poder masculino y la energía
femenina.
Siéntase
libre! Deje que su luz brille! Es esto lo que se pretende de su vida. Deje que
la vida sea una danza. Permita que la dualidad sea nuevamente una fuente de
alegría, curiosidad, descubrimiento
y aventura. Usted lo puede conseguir en su propia vida sintiendo el poder
primordial en sí mismo.
Gracias por su atención.
Por favor, respete los créditos
al compartir.
DE CORAÇÃO A CORAÇÃO - https://lecocq.wordpress.com
Traducción: Lúcia (anjodeluz57@gmail.com)
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