Los Ángeles vía Ann Albers
Están conectados con
la fuente de todo el amor
05-08-15
Mis queridos amigos, los amamos muchísimo.
Hay perfección en todas las cosas y no hay
necesidad de preocuparse. Lo peor que puede pasar es que terminen en una dicha
gloriosa en el cielo o terminen en la tierra dejando ir el control y
descubriendo que ustedes son profundamente amados de cualquier modo. En
realidad, muchas de sus preocupaciones son simples oportunidades para aprender
una más grande fe y para aprender a ver la oportunidad para crecer cuando la
vida presenta desafíos.
No hay ni una sola vez en la que no estén en un
nivel creando o permitiendo circunstancias en su vida. Los oímos decir, ¿por
qué creo dolor? ¿Por qué permito el sufrimiento? ¿Por qué experimento falta?
Queridos, es solo porque su vibración, su energía está sintonizada con esa
experiencia en particular. Así que cuando se encuentren en esa situación, dejen
de preocuparse. No se martiricen. Recuérdense que son seres poderosos e
infinitos, conectados con la fuente de todo el amor, recursos e inspiraciones. Nunca
están solos.
Enfóquense con gran fe en lo que amorosamente
desean en vez de lo que teme. Pídanles a sus ángeles ayuda gentilmente y que
retiren amablemente cualquier miedo o patrón inconsciente que bloquea aquello
que desean. Siéntense y respiren por algunos minutos todos los días y déjennos
asistirlos para cambiar su campo de energía. Cuando su energía cambia, su vida
cambia. Simplemente es la ley de causa y efecto.
Dios los Bendice. Los amamos muchísimo.
Los Ángeles.
Mensaje de Ann
Hola a todos.
Estoy ocupada teniendo otra lección no tan
divertida de cómo nadar en la gran energía y que significa que debo tener
cuidado con mis pensamientos. Tenía un amigo con herpes. Esta persona lo
manejaba con tal gracia que sentí compasión. Una noche desperté deseando que
pudiera quitárselo. Debí saberlo. Mi amigo mejoró. Yo tuve herpes. Fue
completamente una resonancia vibratoria con esa energía.
Empezó como un sarpullido loco en mi oído después
en un brazo. Lo cubrí bien y no le di mucha importancia y por suerte con
precaución no tocaría a nadie o nada para no esparcirlo. Pero cuando hubo rayos
y truenos en mi cuerpo y los tratamientos empezaron a no tener efecto y mi piel
empezó a verse como si hubiera tenido una pelea con un gato supe que estaba en
un predicamento.
Soy de las que nunca cree que las leyes físicas del
universo son más poderosas que las leyes espirituales. Sí, tuve un momento de
pánico. Estaban pasando muchas cosas y si hubiera seguida la versión textual de
esta cosa, habría completado la mitad de lo que quería hacer. No podía quedarme
con eso. Así que hice todas cosas físicas posibles para sanarme y decidí que
quería un milagro. Les pedí a los ángeles que removieran cualquier rastro de
energía en mi sistema que contribuyó con esta ilusión de enfermedad y les pedí
que me llenaran con un radiante amor y salud.
Fui guiada a pedir ayuda. Solía ser muy orgullosa.
No quería molestar a nadie. En el pasado me habría sentido avergonzada de ser
una maestra espiritual metida en tal desafío. Sin embargo el orgullo se fue. La
necesidad de verme “perfecta” se fue y supe que iba a tener mi milagro. Les escribí
a varias personas que me visualizaran radiantemente saludable. No le escribí a
nadie que se preocupara porque la preocupación es como una maldición que habría
sido más difícil curarme. Les pedí a dos damas muy queridas que oraran por mí y
al siguiente día tuve un cambio radical mejorando. No obstante, ocasionalmente
batallo entre la fe y el miedo. Cada vez que empiezo a sentir miedo, me detengo
y me digo, “¿qué estás creando, Ann?” Me recuerdo que puedo pedir un milagro.
Entre el dolor, el trabajo y armar episodios me
enfoco en el amor – ayudando a otros, teniendo buenos pensamientos, sentándome
afuera en el sol por quince minutos al día teniendo mi vitamina D y mi curación
natural. Llegué a sitios web que ayudaron. ¿Quién hubiera imaginado que el
aceite de eucalipto sería un gran sanador? Y vinagre de manzana y una variedad
de otros suplementos. Y después de una noche brutal en particular de empaparme
de vinagre de manzana, exigí un tratamiento más confortable y fui inspirada a
intentar envolverme en miel de Manuka. ¡Ah, qué dicha! Aceleró la curación
tremendamente.
Al escribir esto, varias semanas de antemano de
cuando lo leerán, estoy feliz de reportar que estoy sanando milagrosamente
rápido. Solo me enfoco en un programa de cuidados extremos, actitud positiva y
un impecable enfoque en una salud radiante. Estoy ansiosa por filmar mi
siguiente serie de Ann y los Ángeles y espero que pase pronto pero me entrego a
los tiempos de Dios como siempre.
La moraleja de esta historia es: no importa en qué
situación se encuentren, recuerden que tienen el poder de Dios y los ángeles
apoyándolos para crear algo mejor. Enfóquense con todo el amor de su corazón en
el resultado deseado y escuchen la guía que se les susurra – pensamientos y
sentimientos que son parte de su milagro.
Los amo a todos. Que tengan una semana bendecida.
Ann
@Ann Albers. Todos los derechos reservados.
Traducción: Gustavo T
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