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quarta-feira, 7 de setembro de 2016

El Efecto Isaías – Manuscrito Oculto Durante Dos Mil Años, Revela el Secreto del Poder Humano.

Moonlit Reflection in blue:

El Efecto Isaías – Manuscrito Oculto Durante Dos Mil Años, Revela el Secreto del Poder Humano.


“Reconozcan lo que es visible y lo que está oculto quedará claro” – Gregg Braden.
La Matriz Divina es la red de energía que conecta nuestro Universo, constituida por una red de filamentos muy similares a los presentes en nuestro cerebro.

En 1944, Max Planck, el padre de la teoría cuántica, conmocionó al mundo cuando dijo que existe un lugar que es pura energía, donde todas las cosas tienen principio y que solamente “ES”. Según el investigador Gregg Braden, que se dedica a estos estudios hace más de 20 años, descubrimientos recientes destacan la evidencia de que realmente existe esa matriz de Planck y es la Matriz Divina. Planck afirmaba que esta “Matrix” es el origen de las estrellas, de las rocas, del ADN, de la vida y de todo lo que existe.


Microscópicamente, no existe nada material, todo es vibración, todo es hecho de energía condensada. Vivimos en un Universo de vibraciones y nuestros cuerpos son constituidos por vibraciones de energía que emanamos constantemente. La ciencia ya demostró, a través de la física cuántica, que estamos todos conectados a través de nuestra vibración. Experimentos científicos demostraron que nuestro ADN cambia con las frecuencias producidas por nuestros sentimientos y emociones, o sea, vibraciones. Esto describe bien una nueva forma de energía que conecta toda la creación.

Esta energía poderosa, parece ser una Red Estrechamente Tejida que conecta TODA la materia y al mismo tiempo, podemos influenciarla, esencialmente en la creación, por medio de VIBRACIONES. Los experimentos comprobaron, también, que las frecuencias energéticas más elevadas, que son las del Amor,  afectan el ambiente de un modo material, produciendo transformaciones no solo en nuestro ADN, pero también en el ambiente que nos rodea. Esto tiene un significado profundo: tenemos mucho más poder de lo que imaginamos. Todos nosotros ya oímos hablar de ese “poder” que poseemos, principalmente a través de la Biblia, pero esa afirmación casi nunca pasó de una citación que entusiasmaba, pero no convencía.

Que poder es ese que solo ahora llegó a nuestro conocimiento?
Todo comenzó con el descubrimiento de un manuscrito antiguo, el Gran Código Isaías y otros textos esenios, en las Cavernas de Qnram, en el Mar Muerto, en 1946. Atribuido al profeta Isaías, parece haber sido escrito hace más de 2000 años y describe todo aquello que la ciencia cuántica comenzó a comprender hace solo algunos años, o sea, la existencia de muchos futuros posibles para cada momento de nuestras vidas y que la mayoría de las veces, elegimos inconscientemente. Cada uno de ellos se encuentra en estado de reposo, esperando para ser despertado con nuestras decisiones hechas en el ahora. El Código Isaías describe con precisión esas posibilidades en un lenguaje que solo ahora comenzamos a comprender. Isaías describe la ciencia que nos enseña como escoger el tipo de futuro que queremos experimentar.

Después de la declaración del manuscrito, Gregg Braden, con ejemplos simples y claros, nos refiere una tecnología muy usada en los tiempos antiguos, que fue dispersa en el siglo IV, como consecuencia del desaparecimiento y destrucción de libros raros o relegados a las escuelas de misterios, pero que ahora, con el descubrimiento de los Manuscritos del Mar Muerto, están reapareciendo. Es una tecnología muy simple, conocida universalmente con el nombre de “Oración”. Si se la aplica correctamente podemos conseguir cosas extraordinarias, más allá de toda imaginación. Pero, quien no sabe esto? La mayoría, pueden creerlo!  Si no, los milagros se volverían  simples hechos cotidianos y no solo una excepción. Con esta técnica, nosotros, podemos cambiar el mundo, realmente.

Gregg Braden

Un modelo de oración, “perdido”, que es cuántico”.
Los manuscritos encontrados en el Mar Muerto, son de suma importancia para la Humanidad durmiente, que hasta ahora, aún vive bajo las fuerzas espirituales negativas, entregando el poder de su destino en las manos de cualquier ser, excepto a sí mismo. Ellos nos muestran que en las manos de la Humanidad se encierra un poder enorme, esperando a ser usado, pero que aún no conocemos. Explica cómo podemos elegir el futuro que deseamos experimentar, con una conciencia sana, revelando las claves sobre nuestro rol como creadores de nuestra realidad. Entre esas claves están las instrucciones de un modelo “perdido” de oración, que la ciencia cuántica moderna sugiere como el poder de curar nuestros cuerpos, traer la paz duradera para el mundo e incluso, prevenir las grandes tragedias climáticas que la Humanidad podría enfrentar.

En que consiste esa tecnología de la oración y en que bases se apoya para que sea eficiente? Gregg Braden dice que estamos siendo llevados a aceptar la posibilidad de que existe un NUEVO campo de energía accesible y que nuestro ADN se comunica con los fotones por medio de este campo. La clave para obtener un resultado, entre los muchos ya existentes, reside en nuestra habilidad para sentir que nuestra decisión ya fue creada e se está manifestando. Viendo la oración de este modo, como «sentimiento», vemos también la calidad del pensamiento y de la emoción  que produjo ese sentimiento: vivir como si el fruto de nuestra plegaria ya estuviese a camino.

A partir de esta perspectiva, nuestra oración, basada en los sentimientos, deja de ser “algo por obtener” y se convierte en “acceder” al resultado deseado, que ya está creado. Con las palabras de su tiempo, los Esenios – los primeros supuestos responsables de la conservación del conocimiento original – nos recuerdan que todas las oraciones ya fueron atendidas. Cualquier resultado que podamos imaginar y cada posibilidad que seamos capaces de concebir, es un aspecto de la creación que ya fue creado y existe en el presente, en un estado  de posibilidades “dormidas”.

De esta forma, el futuro es predeterminadamente establecido, pero también, puede ser alterado. Los Esenios tenían una visión holística de la vida y justamente por eso, consideraban los desequilibrios de la Tierra como un espejo de los desequilibrios del cuerpo físico del Hombre. Incluso las catástrofes naturales, los cambios climáticos, son espejos de grandes cambios que están ocurriendo en la conciencia humana. Hugh Everett III, un físico de la Universidad de Princeton, estudió la posibilidad de universos paralelos, llamando de “punto de elección”, al momento en que se puede sobreponer un efecto sobre otro en el transcurso de un evento.

El punto de decisión es la posibilidad de apertura de un vacío, de un puente que permite cambiar el camino, pasando para otro resultado que se encuentra en otro camino paralelo: en síntesis, es algo que nos permite dar un salto cuántico de una secuencia de efectos ya experimentados hacia una nueva secuencia con un éxito distinto. Es como si la misma historia fuese escrita, previendo finales diferentes: en cierto punto nos encontramos en una encrucijada que nos permite obtener un resultado opuesto al otro. Por ejemplo, si yo paso por un pasillo, puedo optar por entrar en las salas que están a la derecha o a la izquierda, pero solo al final del pasillo, puedo salir y cambiar el rumbo, encontrar otra encrucijada. La física nueva, admite que la experiencia o la simple observación del científico, cambia la realidad; eso nos lleva a creer que si hoy en nuestro presente, somos capaces de introducir una pequeña alteración, podemos entonces, escapar del efecto de las profecías negativas, como ya sucedió, en consecuencia de una concentración de energía del pensamiento colectivo.

Usando el pensamiento, sentimiento y emoción en nuestra oración, podemos atraer los aspectos preferidos y cambiar los resultados previstos. Todo eso, en el fondo nos lleva a la conclusión de que hay una conexión profunda entre nuestros pensamientos colectivos, nuestros sentimientos y nuestra expectativa y la realidad externa. Esta forma de pensar era inherente a la visión de vida de los esenios, como se revela en los escritos de los esenios de hace 2.500 años, que transmiten la idea de que los eventos externos son el reflejo de nuestras creencias internas más profundas. Si Pensamiento, Sentimiento y Emoción no están alineados, no hay Unión. Por lo tanto: si cada padrón se mueve en una dirección distinta, el resultado es una dispersión  de la energía.

Pensamiento, emoción y sentimiento son la clave de la técnica de la oración y en el interior de nosotros mismos, debemos experimentar y sentir lo que queremos realizar en el exterior, necesitamos sentirlo en el cuerpo, en los pensamientos y en las emociones. Podemos dar lo que tenemos, podemos expandir hacia afuera lo que somos. Aquello que deseamos, debe  realizarse simultáneamente en el pensamiento, sentimiento y en el cuerpo físico. El pensamiento y la emoción deben ser considerados primero separadamente y luego en conjunto, porque el pensamiento debe ser el sistema de orientación que dirige nuestras emociones.

Como se realiza:
El pensamiento determina hacia donde debe dirigir la atención y la emoción, aunque esté bajo la forma de imaginación.

EMOCIÓN es la energía que nos hace ir en la dirección deseada, es la “fuente del poder”. Para Braden, en los extremos solo existen dos emociones: el amor y la ausencia de él, identificada muchas veces como miedo. Luego, si usted no está en el Amor, está en el miedo. Y el miedo siempre atrae lo que tememos.
SENTIMIENTO es la unión del pensamiento con  la emoción.  De hecho, para experimentar un sentimiento, necesitamos tener una idea y una emoción. Entonces, el sentimiento es la clave de la oración, porque la creación responde al mundo del sentimiento humano.”

Entonces, primero es importante entender y estar consciente de los pensamientos y emociones representados por nuestros sentimientos, porque a veces expresamos pensamientos que fundamentan emociones distintas de lo que afirmamos y así lo que conseguimos son efectos indeseados, o hacemos que nuestra Oración no funcione. Los pensamientos en sí mismos, pueden transportar ciertas expectativas, permaneciendo deseos potenciales, pero son  inútiles si no están acompañados por el poder de la emoción. Sin embargo, sucede muchas veces que la emoción que acompaña un deseo, va en dirección opuesta a nuestro deseo, pero no estamos conscientes de ello.

Por ejemplo, si deseo una salud mejor, bajo el pensamiento de mejora está introducido el miedo de la enfermedad, de poca salud y esa emoción fortalece exactamente lo que se teme: la enfermedad. Incluso a nivel de pensamiento si digo: “mejora” implícitamente estoy focalizando en “no suficiente” y si pensamos que no hay suficiente, inconscientemente nos sentimos infelices, ansiosos. Recordemos las palabras del Evangelio: “Quien quiera, pues, salvar su vida, la perderá”.  Eso puede significar que quien intente defenderse de lo que puede perjudicar su vida, termina centrando toda su atención exactamente en lo que quiere evitar, atrayéndolo.

Braden dice que “nosotros  sumergimos en la posibilidad de la creación, un sentimiento en forma de imagen que es parte de la energía suficiente para desenvolver una nueva posibilidad. La clave de este sistema, sin embargo, es que la creación devuelve exactamente lo que nuestra imagen mostró”. La  imagen muestra la sopa de la creación, donde colocamos nuestra atención. La emoción que conectamos a la imagen, atrae la posibilidad de manifestación de esa imagen. Cuando “nosotros no queremos algo – una emoción basada en el miedo, nuestro miedo, alimenta lo que decimos no querer”.

Porque solo ahora tomamos conocimiento de ese poder?
Hasta la Biblia parece decir que tenemos un poder desconocido y talvez no lo haga por acaso. Este tipo de lectura “fue descubierto solo en 1955, en un momento en que podría haber una conciencia tan elevada entre las masas, que permitió usar este poder. La Humanidad desenvolvió una conciencia planetaria nueva, gracias a la fuerza de la técnica de oración en masa.

Gregg Braden dice que Dios es puro amor, es energía y por ser energía, no muere, no desaparece, es inmortal y está en todos lados. Y como somos hechos a imagen y semejanza de Dios, sabemos que somos energía y hoy podemos probarlo. Somos seres espirituales y no seres hechos de materia. Ya vimos que genéticamente, nuestro ADN cambia con las frecuencias que nuestros sentimientos producen y que las frecuencias energéticas más altas que son las del Amor, impactan en el ambiente de forma material, provocando transformaciones no solo en nuestro ADN, pero en todo el ambiente. Cuanto más Amor, dejamos fluir por nuestros cuerpos, más adaptados estaremos para enfrentar lo que pueda suceder en nuestras vidas. Y podemos conducir TODO nuestro planeta, para el mejor futuro posible, apenas con nuestros pensamientos positivos en conjunto.


Fuente: “El Efecto Isaías” – Gregg Braden.

Analista internacional, designer, estudiante (siempre!) de la concienciología y proyecciología y terapeuta Reiki. Creo que podemos crear un mundo más humano y amoroso, si traemos ese cambio para el ámbito personal.


Traducción: Lúcia

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