Los Ángeles vía Ann Albers – En su corazón está el pesebre, el lugar de nacimiento de la luz en éste mundo
19-12-15
Mis queridos amigos, los amamos muchísimo.
Felices Fiestas para todos ustedes que celebran y Felices Días Sagrados para todos ya que en verdad, queridos, cada día es sagrado. Cada uno de ustedes es sagrado. Cada uno de ustedes es una encarnación de la misma luz que nació en el pesebre en la forma del Cristo niño, la misma luz que ardió en la lámpara, la misma luz que arde brillantemente en el sol y en verdad dentro y debajo de toda la creación.
¿Pueden comprender esto? No son nada menos que las estrellas. En su corazón está el pesebre, el lugar de nacimiento de la luz en éste mundo. En su corazón está la luz que nunca se extingue. En su propio corazón está el amor que no puede borrarse o erradicarse por un mundo caótico, ya que el amor, queridos, vive eternamente dentro de ustedes.
Así que ésta Navidad, éste Hanukkah, recuerden que USTEDES, queridos son los que nosotros celebramos. Es su luz nacida en cada respiración consciente, su luz ardiendo brillantemente con cada pensamiento cordial, que nosotros en los cielos encontramos muy notable, muy milagroso, muy hermoso. En un mundo que a menudo olvida qué tiene valor, en un mundo que a menudo olvida que todos somos Uno en el amor Divino, buscan recordar. En un mundo que a menudo siente que luchar es la única manera de sobrevivir, ustedes procuran recordar que en el Amor ustedes prosperan.
Queridos, ustedes son un regalo y una bendición en ésta tierra y nosotros los celebramos a ustedes. Que ustedes y sus familias disfruten de una dulce paz, una increíble alegría y los milagros que la raza humana está apta para creer con mayor facilidad en ésta temporada.
Dios los Bendice. Los amamos muchísimo.
Los Ángeles
Mensaje de Ann
Hola a Todos.
Felices Fiestas Sagradas para ustedes. Feliz Navidad, Feliz Hanukkah, Bendita Kwanzaa y perdónenme por no mencionar todas las otras fiestas maravillosas que nosotros como raza humana celebramos. Me encanta esta temporada. Amo que las personas me permitan amarlas más y que hornee para ellas, les obsequie y los sorprenda. Amo que la gente en las tiendas me regrese la sonrisa cuando yo les sonrío con pura alegría cuando realizo mis tareas. Por solo unas semanas en vez de “Ann y los Ángeles” me convierto en “Anta Claus y los Duendes” y ha sido una broma por años.
Doy porque me deleita hacerlo.
Sonrío pensando en las sonrisas que mis pequeñas creaciones traerán. Me importa poco si una persona arroja los que hago, lo re- obsequia o lo pasa a otro. Solo deseo que reciban el amor, ya que es la luz de la alegría que anhelo compartir con el mundo. Hay belleza en la luz del amor Divino, en entre más demos y más seamos capaces de recibir, más éste amor anhela diseminarse a través de nosotros a las vidas de otros, al azar, hermosamente y cuando es necesario.
Estaba en la tienda el otro día y escuche decir a una señora que tenía problemas para hacer su chile con carne y realmente quería aprender a hacerlo. Sin pensarlo me ofrecí enviarles por email mis recetas. Cosas como estas solo salen de mi boca. No puedo evitar ayudar cuando oigo la necesidad. Tuvimos un momento de camaradería Navideña y después seguimos nuestros felices caminos. Fui a casa y le envié las recetas las cuales llenarán sus fiestas con manjares deliciosos. Un momento de amor que se comparte puede crear un efecto de onda que no veremos mientras estemos vivos.
Recientemente recibí un muy dulce nota de agradecimiento de una mujer que había conocido. Admiro su trabajo y había ayudado a esparcir al mundo un poco pero ella se tomó el tiempo para decirme que fue importante. Ningún regalo costoso vale más que eso, saber que podemos tocar un corazón. Sus palabras y su corazón tocaron el mío de regreso.
Por eso estamos vivos, para darnos cuenta de que somos Uno en el gran amor que nos creó. Cuando ayudamos a otro, compartimos con otro o simplemente amamos a otro, damos a nombre de toda la creación. Cuando recibimos alguna ayuda, un regalo o algo de amor, recibimos a nombre de toda la creación. Ya sea que intercambien regalos o no siempre recuerden que el más grande regalo de todos, el más duradero regalo que podamos intercambiar es nuestro amor. Y en estos intercambios, pequeños o grandes, duraderos o breves, por un solo momento, tocamos lo Divino.
Felices Fiestas Sagradas. Que sientan la presencia del amor todos los días de su vida. Los amo a todos.
Ann
@Ann Albers. Todos los derechos reservados.
Traducción: Gustavo T
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